El motor de su automóvil genera una cantidad importante de calor que requiere la asistencia de ventiladores de enfriamiento del motor. Mientras el vehículo está en movimiento a una velocidad menor o en ralentí, un ventilador de enfriamiento del motor aspira aire a través del radiador. El embrague del ventilador es uno de los componentes más esenciales en el funcionamiento de los ventiladores de enfriamiento y contribuye en gran medida al funcionamiento general del motor. Si bien muchos vehículos nuevos utilizan ventiladores de enfriamiento eléctricos, muchos vehículos más antiguos utilizan un embrague de ventilador mecánico para ayudar a controlar los ventiladores.
El embrague del ventilador es un dispositivo termostático que funciona en función de la temperatura y que suele montarse en el ventilador y en la bomba de agua u otra polea accionada por correa. El embrague del ventilador gira libremente hasta que la temperatura del motor alcanza un nivel específico, lo que activa el embrague y permite al mismo tiempo que el ventilador funcione de manera eficiente. Cuando el motor está frío o funciona a una temperatura de funcionamiento normal, el ventilador se desactiva o reduce la velocidad a la necesaria para ayudar a regular la temperatura del motor.
Los vehículos suelen estar equipados con tres tipos distintos de ventiladores de refrigeración del motor: flexibles, de embrague y eléctricos. Si bien cada tipo de ventilador tiene sus "pros y contras" distintivos, analicemos la diferencia entre los ventiladores flexibles y de embrague:
Ventiladores flexibles
Los ventiladores flexibles están equipados con un marco de acero y aspas hechas de plástico, acero u otros materiales flexibles. Están diseñados para aplanarse a una determinada RPM cuando no son necesarios, para ayudar a enfriar el motor y aliviar la resistencia que reduce la potencia del motor. Los ventiladores flexibles tienen la capacidad de aspirar aire a través del radiador durante el ralentí y aplanarse. Esto es similar a un ventilador de embrague que patina para mantener la temperatura adecuada del motor. Si bien los ventiladores flexibles ayudan con las operaciones en ralentí o a baja velocidad, se sabe que son ruidosos a bajas RPM y privan al motor de más caballos de fuerza que otras variedades de ventiladores disponibles.
Ventiladores de embrague
Los ventiladores de embrague están disponibles mediante dos operaciones: térmica y no térmica. Sin embargo, los embragues de ventilador térmico son la forma más eficiente de ventiladores accionados por motor. Un resorte térmico bimetálico se encuentra en la parte delantera del ventilador que se expande o contrae en función del calor del aire que pasa por el radiador. Cuando la temperatura alcanza alrededor de 170 grados Fahrenheit, el resorte se expande y libera una cámara que permite que la silicona fluya hacia el embrague. Luego, el embrague se acopla y gira a aproximadamente el 70 al 90 por ciento de la velocidad de la bomba de agua, generalmente durante velocidades más bajas o al ralentí. A medida que el vehículo comienza a acelerar, una cantidad sustancial de aire pasa a través del radiador para enfriarlo. El gran volumen de aire enfría el resorte térmico bimetálico, lo que hace que se desacople. En este momento, el ventilador gira casi al 20 por ciento de la velocidad de la bomba de agua, ya que no se necesita el ventilador, ya que pasa más aire a través del radiador. La reducción de la resistencia a medida que avanza ayuda a aumentar el ahorro de combustible al aumentar la potencia.
El embrague de ventilador no térmico es una alternativa más económica en comparación con un embrague de ventilador térmico, ya que están en funcionamiento continuo y giran a un 30 a 60 por ciento de la velocidad del eje de la bomba de agua. Si bien el embrague de ventilador no térmico es una opción de menor costo, requiere más potencia para funcionar, no dura tanto como los embragues térmicos y es menos eficaz para enfriar a bajas velocidades, lo que reduce el ahorro de combustible.
